Guidance, Profit Warnings y Relaciones con Inversores

 

 

Nos aproximamos al final del primer trimestre de 2021, y las compañías del Mercado Continuo acaban de publicar su informe de resultados del año 2020. Algunas de ellas incluso han aprovechado la comunicación del cierre de ejercicio para compartir sus estimaciones para el nuevo año en curso. Proveer al mercado de previsiones de resultados futuros, más comúnmente conocidas por el término anglosajón de “guidance”, es una cuestión delicada y también de confianza. En efecto, los inversores y analistas, en cuanto disponen de dicha orientación por parte de la compañía cotizada van a realizar un escrutinio de la sostenibilidad de dichas estimaciones con cada comunicación futura de resultados o de hechos relevantes que afecten a sus expectativas. En este sentido, la consistencia con que se hayan formulado las previsiones, y el cumplimiento de estas, van a condicionar en gran medida la credibilidad del equipo directivo y de la compañía ante los inversores.

 La pregunta que entonces podría hacerse la empresa es si dentro de su estrategia de gestión de expectativas conviene o no dar orientación al mercado. La respuesta no es sencilla ya que depende de diversos factores como, por ejemplo, el nivel de práctica de su política de Relaciones con Inversores, el grado de complejidad del modelo de negocio de la compañía a la hora de facilitar a los analistas e inversores el entendimiento suficiente para realizar proyecciones realistas, o el número e importancia de factores exógenos que impactan sus resultados, y que por tanto no dependen de su gestión.

Todos estos factores condicionan en gran medida que una compañía sea más o menos predecible a ojos del inversor o del analista, y esta es una cuestión capital para saber hasta qué punto es necesario “guiar” al mercado.

Muchas compañías entienden que para ayudar a los inversores en su decisión de inversión no es suficiente con una política transparente y proactiva de Relaciones con Inversores basada en informar sobre hechos acontecidos, sino que también es necesario complementar dicha información con previsiones futuras de su actividad (Copeland y Dolgoff, 2005).

Dos claros ejemplos de compañías reconocidas en el ámbito europeo de las Relaciones con Inversores por su proactividad y nivel de predictibilidad son la compañía química alemana Basf, y la de energía española Repsol. Como se puede observar en la figura 1, en ambos casos, los guidance que comparten con el mercado a 12 meses o a medio plazo se refieren a indicadores financieros muy concretos como son la generación de EBITDA y de caja libre, el programa de inversiones (CapEx), el nivel de endeudamiento, o la política de retribución al accionista. Este tipo de métricas proyectadas las complementan a su vez con una extensa explicación y documentación sobre su modelo de negocio y estrategia a futuro a nivel corporativo y de las diferentes unidades de negocio sin necesidad de establecer proyecciones numéricas detalladas de las mismas.

Figura 1. Diapositivas de guidance de presentaciones de Basf y Repsol

 


 

Sin embargo, ante determinadas circunstancias, la necesidad de profundizar o dar más detalle sobre la evolución operativa y financiera previsible de la compañía puede ser mayor si se quiere evitar una elevada dispersión de las estimaciones de los analistas, y con ello una volatilidad adicional.

Un ejemplo reciente de esta situación ha sido el significativo esfuerzo de comunicación que realizó Repsol a finales del año pasado con motivo de su Día del Inversor en el que abordó el proyecto de transformación de su modelo operativo como apuesta decidida para convertirse en un participante destacado dentro del sector de energías renovables (figura 2). A lo largo de las diferentes presentaciones que se realizaron durante la jornada se pudo apreciar una notable apertura de Repsol para facilitar al mercado un mejor entendimiento de los diferentes aspectos del desarrollo del nuevo modelo operativo y de sus implicaciones respecto al valor. Un ejercicio dirigido a generar confianza y credibilidad.

Figura 2. Diapositiva de guidance de Repsol de Presentación Plan Estratégico 2021-2025